martes, 19 de junio de 2012

CONTAMINACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE



La contaminación es la alteración nociva del agua, del suelo o del aire producida por los residuos de procesos industriales o biológicos.

La contaminación comenzó en la Antigua Roma. Los habitantes romanos más ricos vivían en los barrios altos, muy lejos del río Tiber y los más pobres habitaban en los barrios más bajos. Poner en esa ubicación a un barrio, en la zona más bajas, es condenarlo a inundaciones. No es el río el que sube, sino que es la ciudad que baja, es decir que las construcciones hechas estaban prácticamente en la dinámica natural del río. Las casas construidas con ladrillos se derrumbaron por acción del agua.
Los romanos tomaban agua de lugares públicos y usaban letrinas para sus necesidades. Éstas eran arrojadas a las calles de los pisos superiores.
A los ciudadanos de Roma les atacaban las epidemias (enfermedades que dominaban accidentalmente y transitoriamente en una región), enfermedades endémicas (como la malaria, es una enfermedad infecciosa, que habita en regiones pantanosas y calurosas, causada por un protozoo, que se transmite por la picadura del anofeles).
Los puertos europeos fueron el punto de llegada de las ratas que transmitieron la epidemia de peste bubónica.
Su seguridad e higiene fueron insuficientes, la suciedad y los insectos voladores ayudaron a sucesiones de enfermedades graves y a una contaminación feroz por parte de los muertos mal enterrados.
Como no tenían chimeneas usaban braceras de carbón, lamparas de aceite, hornos de alfarera y calderas. Los hipocaustos ayudaron a la contaminación del aire.
Las graves enfermedades se originaron del mal funcionamiento del cementerio, puesto que arrojaban los cadáveres a fosas comunes y allí también tiraban basura los habitante de la ciudad.
Los crematorios, siempre encendidos, con sus humos nauseabundos, contribuían al aumento de la contaminación aérea.
La contaminación del agua era producida por las aguas servidas del río Tiber, que por sus frecuentes crecidas inundaba los barrios bajos de la ciudad.
Actualmente, la contaminación comenzó cuando la gente empezó a tirar deshechos tóxicos a los rios, cuando se construyeron las fábricas, que estas provocan la contaminación del aire y del agua. Además las personas que no reciclan sus basuras.
La solución para este problema sería no arrojar deshechos a los ríos ni a los mares; que los encargados de las industrias tomen conciencia de los daños que provocan y traten de evitarlo. Que la gente recicle sus basuras como deben.
La revolución industrial se concentró en la región occidental de Europa desde donde se extendió hacia todo el mundo. Pero la gran revolución de las industrias se produjo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, con el perfeccionamiento de la máquina a vapor, llegándose al motor que posibilitó la producción a gran escala. Se inició el uso del binomio, carbón, hierro, que lleva la construcción de ferrocarriles, puentes, barcos y enormes fábricas del mundo moderno.
La segunda revolución industrial comenzó en el siglo XIX con el uso masivo de derivados del petroleo como productos de energía.
Los actores sociales son las personas que provocan la transformación de ciudades en grandes urbes (“hormigueros humanos”), con inconvenientes que ocasionan el ruido, las sirenas, el “smog”.

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